Vamos a generar un emisor de partículas que simule el efecto del humo como cuando se quema un objeto, por ejemplo. Al ser un emisor de partículas, dichas partículas no van a intercambiar ningún tipo de interacción entre ellas, por lo que no se producirán colisiones ni entre ellas ni con ninguna superfície.
Para crear el emisor vamos a crear partículas de manera cíclica, y lo que haremos será modificar la velocidad inicial de cada una de las partículas, provocando que la trayectoria de las partículas sea diferente según la velocidad que se le asigne, de manera aleatoria, a cada una de ellas.
En este tipo de emisores, las partículas van apareciendo desde un mismo punto. Además, a las partículas del sistema se les añade un ‘tiempo de vida’, que nos servirá para establecer una caducidad, también de manera aleatoria, para cada partícula emitida.